Disfrutando de la Experiencia en Galápagos: Una Bendición para los Ecuatorianos
Como ecuatorianos, somos afortunados de contar entre nuestras joyas naturales con el Archipiélago de Galápagos, el único en el Océano Pacífico reconocido como Patrimonio Natural de la Humanidad. Este paraíso insular se ubica al oeste del Ecuador continental, a aproximadamente 1000 kilómetros de distancia, un vuelo de tan solo 1:50 horas desde la ciudad de Guayaquil.
El acceso a las islas se ha simplificado con el paso del tiempo, contando actualmente con varios vuelos que conectan a Ecuador con este exuberante paraíso. Desde Guayaquil parten varios vuelos diariamente, y recientemente se anunció que Manta también ofrecerá vuelos directos a Galápagos. Si partes desde la capital, Quito, puedes tomar vuelos todos los días con conexión rápida, sin necesidad de bajar del avión. Desde la ciudad de Cuenca, los vuelos están disponibles los días lunes vía Latam. Las aerolíneas que operan estos vuelos incluyen a Latam, Avianca y EQ Air.
El archipiélago cuenta con dos aeropuertos: San Cristóbal, la capital de la provincia, y Baltra, que sirve a la isla más poblada y con mayor cantidad de actividades turísticas en el archipiélago. Ambos aeropuertos ofrecen fácil acceso a las maravillas que Galápagos tiene para ofrecer.
Las Islas Galápagos están compuestas por varias islas, pero hay cuatro que son habitadas: Santa Cruz, San Cristóbal, Isabela y Floreana. Cada una de ellas es única y ofrece una experiencia inolvidable para los visitantes.
Santa Cruz, cuyo código de aeropuerto es GPS, es la isla más poblada con 30,000 habitantes. Su capital de cantón es Puerto Ayora, hogar de Blu Galápagos Lodge, el único hotel en Ecuador ubicado dentro de un manglar y literalmente sobre el agua. Este exclusivo y maravilloso hotel será motivo de una futura conversación.
San Cristóbal es la capital de la provincia y cuenta con 10,000 habitantes. Aunque recibe menos vuelos diarios que Santa Cruz, su código de aeropuerto es SCY y su belleza es inigualable.
Isla Isabela es la isla más grande del archipiélago, con 3,000 habitantes. Esta isla alberga lugares maravillosos para descubrir, cada uno con su propio encanto y belleza.
Floreana, la isla más prístina de todas, cuenta con 200 habitantes. Esta isla se caracteriza por su tranquilidad y su entorno natural prácticamente intacto.
Para iniciar tu experiencia en Galápagos, te recomiendo Santa Cruz. No solo podrás disfrutar de increíbles lugares propios de Galápagos, como el buceo y otras aventuras que discutiremos en un futuro post, sino también de excelentes restaurantes con gastronomía de alto nivel.
Pero debemos aclarar, Galápagos no es un destino de playas, margaritas y música. Lejos de ser un simple destino turístico tropical, Galápagos es la esencia de la naturaleza en su máxima expresión, un espectáculo de biodiversidad y geología que difícilmente encontrarás en cualquier otro lugar del mundo. Es importante recalcar que, si decides visitar Galápagos, debes tener un inmenso respeto hacia la naturaleza, los animales y el entorno en general. Al tratarse de un Patrimonio Natural de la Humanidad, Galápagos tiene estrictas reglas de conservación que todos debemos seguir. Al visitar este paraíso natural, te pedimos que te comportes como un invitado respetuoso. No molestes a los animales ni intentes tocarlos. No tomes fotografías de muy cerca ni alteres su hábitat de ninguna manera. Recuerda, no debemos dejar más que nuestras huellas, ni llevarnos más que recuerdos y fotografías a una distancia prudente. Galápagos es un lugar para observar y aprender, no para intervenir. Nuestra meta debe ser disfrutar de la belleza de las islas sin dejar impacto negativo. Seamos conscientes de nuestra responsabilidad como visitantes de mantener intacta la maravillosa biodiversidad de este archipiélago.

El Galápagos es una experiencia trascendental que te permite reevaluar tu relación con la naturaleza y la vida misma. No se trata de un destino turístico tradicional, sino de un encuentro íntimo con un ecosistema que ha evolucionado de forma única y fascinante. Es un viaje a lo primitivo, a lo esencial, a lo extraordinariamente hermoso que ofrece nuestro planeta.
El respeto a la naturaleza y a las estrictas reglas del Parque Nacional Galápagos son fundamentales para preservar esta joya. No toques ni molestes a los animales, no tomes fotos de muy cerca y, sobre todo, deja solo huellas y llévate solo recuerdos. Nuestro impacto debe ser mínimo para asegurar que las generaciones futuras también puedan maravillarse con este lugar mágico.
Al final del día, un viaje a las Islas Galápagos es un canto a la belleza de la vida, a la diversidad de formas que puede tomar y a la capacidad de asombro que aún reside en nosotros, los seres humanos. Y todo esto puedes disfrutarlo siendo consciente de que eres parte del cambio, de la preservación y del respeto por el mundo en el que vivimos.
Desde Blu Galápagos Hotel, estaremos encantados de ser parte de tu aventura, de proporcionarte una estancia cómoda y única, y de ayudarte a descubrir la riqueza y la maravilla de las Islas Galápagos. ¡Ven y vive la experiencia Galápagos con el orgullo y la responsabilidad que conlleva el hecho de que este increíble archipiélago sea parte de nuestro querido Ecuador!
